Muerte súbita del deportista, ¿existe algo para prevenirlo?

Está claro que el ejercicio tiene múltiples beneficios en nuestra salud y nos ayuda a mantenernos en forma. La American Heart Association (AHA) recomienda al menos realizar 150 minutos de ejercicio moderado por semana. Pero, ¿hasta qué punto el ejercicio nos puede llevar a un riesgo?

«Lo importante es que esté bien, pero nunca había existido ningún episodio que, ni remotamente, hubiera insinuado un problema (del corazón), ni cuando estaba en el Tottenham, ni en el Inter. En Italia, los controles son muy rigurosos», manifestó el médico del Inter de Milán, Piero Volpi, a la Gazzetta dello Sport.

El día 12 de junio de 2021, durante un partido de la UEFA Euro 2020, se vivieron minutos de angustia posterior a que el mediocampista del equipo de Dinamarca, Christian Eriksen, desplomara súbitamente al minuto 42 del primer tiempo. Rápidamente uno de los jugadores se percató que el jugador no respondía, por lo que se activó el sistema de emergencia y los médicos acudieron a su auxilio.

«Bueno, ¿qué debo decir? Había muerto. Le hicimos una reanimación cardiaca y fue un paro cardíaco. ¿Qué tan cerca estuvimos? No lo se», declaró Morten Boesen, médico de la selección de Dinamarca.

Al percatar que no existía pulso, se iniciaron maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), casi de forma inmediata, el cual se prolongó hasta casi 15 minutos. Durante el RCP se colocó un Desfribilador Externo Automático (DEA), donde se detectó una arritmia y se administró terapia de desfribrilación. Esto salvó la vida del jugador.

El atleta competitivo es aquel que "participa individual o colectivamente contra una o varias personas, para llegar a una meta o premio, en el cual se requiere entrenamiento intenso y sistemático". En otras palabras, todo deporte que nos desafíe nuestra capacidad física para lograr un premio.

A pesar de que muchos podemos tener predisposición de padecer eventos cardiovasculares durante un ejercicio intenso, no todas las personas nos dedicamos a deportes competitivos. Se estima que 1 de cada 40 a 80 mil atletas pueden presentar un evento de muerte súbita del deportista al año. No obstante, aunque es un número poco representativo, las organizaciones dedicadas al deporte se han dedicado a la prevención mediante chequeos rutinarios y escrutinio al ingresar al mundo del deporte.

Mediante un interrogatorio y una serie de estudios (Electrocardiograma, ecocardiograma, prueba de esfuerzo…), es posible encontrar un sinfín de enfermedades asociadas con la muerte súbita del deportista, y lograr una reducción de hasta un 80% de estos eventos. Entre las posibles causas, se encuentran enfermedades y anomalías congénitas, así como enfermedades asociadas al colesterol y placas de lípidos en las arterias.

Antes de realizar algún tipo de deporte competitivo (maratones, equipos deportivos colectivos o individuales...) es primordial acudir a chequeo médico para reducir este riesgo y detectar una posible enfermedad cardiovascular.

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